El miedo a perder el control

Por primera vez en mi vida me ha tocado ponerme en la piel de un propietario que quiere vender su inmueble.

Se trata de un inmueble de herencia situado fuera de mi zona de actuación y cuya gestión se ha encargado a una agencia local.

Me han sorprendido muchas de las sensaciones que me han asaltado durante el proceso de venta y que hasta que no estás en esa situación no te puedes imaginar.

En primer lugar he sentido miedo, miedo a no tener el control de la operación, ya que normalmente soy yo quien maneja toda la información de la venta. Y no tanto durante el proceso de venta, aunque también me he sentido desinformado, porque hasta que hemos tenido a un cliente interesado en comprar el inmueble no he tenido la sensación de que “la cosa iba en serio”.

Me he dado cuenta que como agentes inmobiliarios debemos dar muchas menos cosas por sentadas y explicar más y mejor todo el proceso de venta, todos los pasos que se van a dar (que para nosotros son obvios) pero no para el vendedor , porque para él son completamente desconocidos.

Es muy importante que el vendedor sienta que puede confiar plenamente en nosotros, y que tenga la certeza que siempre le aconsejaremos lo que sea mejor para sus intereses.

Esta nueva experiencia me ha hecho reflexionar y realizar algunos cambios en mi forma de trabajar. Me he dado cuenta de la importancia de hacer una llamada o enviar un mensaje, aunque no tengas nada nuevo que contar.

A partir de ahora voy a mantener a mis propietarios mucho mejor informados de todas y cada una de las gestiones que hacemos con su inmueble, que son muchas a lo largo del proceso de venta y que debe conocer, ya que nuestro trabajo, si no se conoce, puede parecer sencillo y de poco esfuerzo, pero os puedo asegurar que a lo largo de una operación de compra-venta aparecen situaciones que hay que resolver para que todas las partes queden satisfechas.

Os espero en el siguiente post.

Javier Caudillo López.

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